¿Si me duele es que tengo algo?
¿Si me duele es que tengo algo?
Cuando experimentamos dolor, lo más común es pensar que algo sucede en nuestro cuerpo (contracturas, artrosis, tendinitis, fascitis…) Estos términos (siendo discutibles algunos de ellos) suceden constantemente en la mayoría de nosotros sin causar ningún dolor.
Forman parte de la historia y del envejecimiento natural del ser humano. Igual que nos salen canas a medida que envejecemos, los tejidos también cambian, y no pasa nada, es normal y natural.
La cultura sanitaria (por desconocimiento, espero) nos ha impregnado de miedo, haciéndonos creer que estos cambios corporales son el problema del dolor… pero en realidad no lo son. Si te duele algo, es porque tu cerebro está plenamente convencido de que tu y/o tus tejidos estáis en peligro.
A veces tu cerebro tiene razón. Por ejemplo cuando te estás quemando un dedo, o cuando te has fracturado un hueso, o cuando sufres un infarto de miocardio. En estas situaciones, donde existe una muerte celular, el dolor está justificado y aporta un beneficio.
Pero si no existe riesgo inminente de muerte celular (necrosis), y lo que existe son cambios en los tejidos que forman parte del envejecimiento normal y natural de todo ser vivo, tu dolor no tiene ninguna utilidad y tu cerebro está equivocado.