Confía en tu cuerpo
Aún seguimos pensando que el dolor aparece por:
Hacer demasiados esfuerzos en el trabajo
El perro, que nos tira demasiado de la correa
Tener que subir las escaleras cada día porque vivimos en un 5to piso sin ascensor
Sea como sea, acabamos culpando a nuestro cuerpo, lo fragilizamos, dejamos de confiar en él.
En esta foto puedes ver mis manos llenas de callos (hace más o menos dos años que practico Calistenia, un tipo de entrenamiento que se hace con el propio peso corporal).
Mira cómo mis tejidos se han adaptado a esa nueva realidad, se han vuelto más duros (y algo más feos) para soportar mejor las exigencias físicas de los entrenamientos que hago.
Pues tu cuerpo hace exactamente lo MISMO. Tus tejidos cambian constantemente y se adaptan a lo que haces de manera habitual!
Si llevas 5, 10, 20 años haciendo algo, por más exigente que sea, tu cuerpo esta más preparado para hacerlo.
No culpes a tu cuerpo del dolor que tienes, no es él quien lo genera.